PARÍS (AFP) - El favoritismo de España de cara al Mundial de Sudáfrica-2010 salió reforzado con el buen partido realizado el miércoles en la victoria en el amistoso contra Francia (2-0) en el Stade de France de Saint Denis, pero a su técnico y jugadores les incomoda esa euforia que les rodea.

Frente al equipo galo, España repitió el mismo guión que ha exhibido desde la pasada Eurocopa-2008 de Austria y Suiza, en que logró el título, haciéndose dueño de la pelota y multiplicando las acciones de ataque, con un bloque formado desde que se hizo con el título continental.

Pese a que ocupa el primer puesto del ránking FIFA y que lleva 22 victorias en 23 partidos con Vicente del Bosque como técnico, es consciente de que ese papel de favorito no les beneficia, ni los epítetos que recibe, como el que lanzó el delantero francés Thierry Henry: "Son de otro planeta".

"Nos cuesta asimilar el papel de favoritos que se nos quiere dar. Debemos hacer oídos sordos, vivir al día e ir pensando en los partidos y en los rivales que nos vayan llegando", señaló el lateral Sergio Ramos.

"Debemos ser concientes de que cualquier equipo no va a ser fácil. Sabemos que somos primeros en el ránking FIFA y nos lo hemos ganado, pero somos humildes de cara a esta nueva cita", añadió el capitán español Iker Casillas.

Vicente del Bosque tiene muy claro que partir como favoritos es el principal problema que deberá afrontar España en el Mundial.

"Estamos en el grupo de favoritos del Mundial, pero desconfiamos de este deporte, que es cruel con aquellos que se creen buenos. No siempre el que hace el mejor fútbol es el que gana. Debemos tener esa humildad que el fútbol necesita", afirmó.

"Marcelo Lippi (seleccionador italianos) dijo una vez que no sólo jugando bien al fútbol se ganan los Mundiales. Es una cita que nos viene bien en este momento", añadió el seleccionador español.

Pese a estos mensajes de cautela, la realidad permite a España afrontar con cierto optimismo la cita sudafricana.

Del Bosque tiene dos sistemas: juega con un delantero (David Villa o Fernando Torres) o con los dos. Contra Francia eligió hacerlo con un punta y ambos atacantes se repartieron los minutos, jugando una mitad cada uno.

La Roja se puede permitir el lujo de jugar sin su cerebro, Xavi Hernández, que no estuvo en la primera mitad, cuando España marcó sus dos goles (Villa en el 21 y Sergio Ramos en el 45+1), pero posee un centro del campo creativo con Cesc Fabregas, Andrés Iniesta y David Silva, para que no se noten las ausencias.

Además posee varias alternativas como volantes defensivos de garantías (Sergio Busquets, Xabi Alonso y Marcos Senna).

En la delantera, tiene recambios como Alvaro Negredo, Jesús Navas, Juan Mata o Dani Güiza que hacen sentirse a Del Bosque seguro cuando no están Torres o Villa, que ya lleva 38 goles con la Roja y se quedó a seis del récord de Raúl González.

Y en la defensa puede haber encontrado su línea titular (Iker Casillas, Sergio Ramos, Carlos Puyol, Gerard Piqué y Alvaro Arbeloa) pero posee bazas como Pepe Reina, Raúl Albiol, Carlos Marchena y Joan Capdevila.

Pese a todas estas cartas, la selección española quiere huir del optimismo exagerado y que esa euforia no les cree presión.

AFP